miércoles, 18 de enero de 2017


I

puedo volver
como una ola mansa
pero me urge abrazar en la calle
sin preguntar si es posible
entonces, elijo la distancia
y el agua quieta del lago verde
para creer que puedo dejar atrás
esa forma errada
de acompañar la soledad


II

percibo el oleaje
me inquieta
como en el momento en el que sé
que después del abrazo
viene el amor
respiro
los deseos se expanden
como el agua nieve
mar adentro
cuando todo parece quieto
pierdo el vértigo
y vuelo


III

tomo al azar una piedra
de las miles que sostienen
al glaciar colgante
la quito
y esta vez
no cae sobre mi espalda
tu ausencia
 

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