sábado, 17 de mayo de 2014

Lo humano del animal
indaga y traduce
cientos de ejemplares
oculto en una biblioteca de lata.
Se diploma en Filosofía 
y delata a la Historia
que, envuelta en una traición,
embala la verdad
para que nunca nadie
(sepa) vea nada.
Curiosa, interrogo.
Llena de coraje, mi mandíbula
tarasconea a las sombras
que murmuran.
Anoto. Descifro.
Otro número para completar la operación.
Resultado: cosas de nada.
Ahora, murmuro yo,
sigo buscando.
Quiero saber qué pasa
detrás del telón.

martes, 15 de abril de 2014

"La sangre es un mar inmenso
que baña todas las playas". 
Nicolás Guillén.

La magia rasguña el espanto
y abre el festejo.
El hambre de bailanta
devora los parches secos,
susurra al oído 
el son de un canto viejo.
Cuando la luz se esconde
en el pueblo, 
las ruinas golpeadas
se hamacan 
en el abrazo del negro.
Reclinada en un desorden
de fantasías delirantes
dibujo un mapa expansible 
de amores callejeros.
Me recorren el cuerpo
dolores agrios.
Entonces, me sacudo las agujas
y elijo sobrevivir.


viernes, 21 de marzo de 2014

Figurate, componé
como Alicia en su país,
con un ramo de sal en una mano
y una campanita en la otra. 
Deslizate en la bruma políglota
y salvate de la decoración rosa
que envuelve las columnas del palacio.
Asomá la nariz, los pies
el estómago, las golondrinas.
Caminá por el bosque oriental
y disfrutá porque "casi nunca
se tiene nieve a mano"*.


*Cita extraída de "Diario de golondrina". Amelie Nothomb.

martes, 4 de febrero de 2014

hábito la costumbre
que acostumbra
rutinaria la costumbre
que, por tradición o moda,
nos vuelve grises
impide la ruptura
de lo establecido por algunos 
y obedecido por muchos
un encierro la costumbre
que infinitas veces nos atrapa
y que, paradójicamente,
otras -aunque menos- nos empuja al vacío,
y hasta nos propone romper.

lunes, 20 de enero de 2014

a la pampa húmeda,
por estos días, del agua
le queda el recuerdo
un saco de pasto seco
y los ojos sucios de glifosato
pero el alambrado 
tiene nueve hilos
y se hamaca  en postes de quebracho
mientras al silo le resulta indiferente
la cara del ternerito
que se pregunta 
a dónde se fue el verdeo
cuando deambula por los corrales 
adornados con guirnaldas de singenta
una fotografía del paisaje
que tomé hace tiempo
mientras flotaba entre cráteres
de brea y hormigón