lunes, 28 de octubre de 2013

saltemos dale
dicen que es de cagón
esconderse en la pollera de la vieja
después hacemos la plancha
en ese río tranquilo
que nos recorre los ojos
aunque en el espejo
sea un volcán que nos queme vivos
revuelvo el baúl
busco crayones y papel
garabateo una lista:
plano, radar, linterna, casco
miro a mamá y le digo:
me voy a leer y a dormir
o a dar la vuelta al mundo en el triciclo

domingo, 6 de octubre de 2013

el abrazo
el grito
los pies debajo de la frazada
el tiempo antiguo
la estatua de sal
lo anaranjado de la providencia
el tapiz
la historia oculta
el pie del opresor
alrededor, contemplación
                  en el interior, una fiesta
la niebla amenaza con absorberlo todo
pero él se niega
retira escombros de hojas y grafito
que minan el sillón
aunque el trazo parezca recursivo
y suene a llanto de memoria
los vidrios rotos
apenas pueden amontonarse 
para tolerar el frío
el piolín se corta 
el barrilete se deja llevar
vuela por horas 
que parecen meses o metros de cinta
de repente, se detiene
es un boceto pálido
no tiene sentido volver
regar las plantas
o resucitar al muerto
el pasante, boleto en mano,
persigue el sueño
el tiempo le cuelga del cuello
lo mira fijo y le advierte
que, por esta vez, le prestará un final
mientras la esquina se retuerce 
y un barco silba un tango
él se pregunta: ¿podré?
quiso a la tierra un vez
la mira con nostalgia
mientras babea
es una masa de arena y huesos
arrastra el último bidón
un ojo se le escapa
y observa la luna verde
la brújula enloquece
el deseo le toma la mano
acciona un fósforo
sonríe y lo deja caer
A Horacio

duende porteño

cuerpo flaco y alma de milonga
sobre el tablón, 
y de memoria, recita 
mientras se deslizan entre el público
personajes, barrios, amores
y la sombra del piano 
tiene la voz como a los veinte
la frente llena de recuerdos
y una certeza absoluta: vivió
el deseo persigue al cuerpo
se hunde en él
a pesar de la advertencia
aún así, sigue oculto
el código de la especie
me afirmo en la cornisa
me desplazo sigilosa
y disparo, con precisión,
al público que me incita
 a saltar al foso
volverme dócil
y sentirme amada