"Ser extranjero no es sentirse “fuera” de un territorio, sino hablar o decir desde un lugar sin dominio seguro". Mario Arteca.
lunes, 22 de abril de 2013
viernes, 12 de abril de 2013
sábado, 6 de abril de 2013
los pies en el barro,
suave y viscoso
se desliza entre los dedos
los tapa, se ven las uñas nomás
mi hermano corre
me siento en el cordón de la vereda
hago tortita
juego esperado si los hay
el agua brota
y se esconde en un santiamén
registro el momento
pucha es cortito
lo hago todas las veces que puedo
termina la siesta
vienen los deberes
no hay excusas
hay que volver
suave y viscoso
se desliza entre los dedos
los tapa, se ven las uñas nomás
mi hermano corre
me siento en el cordón de la vereda
hago tortita
juego esperado si los hay
el agua brota
y se esconde en un santiamén
registro el momento
pucha es cortito
lo hago todas las veces que puedo
termina la siesta
vienen los deberes
no hay excusas
hay que volver
hoy quiero
escalar el cielo descalza
sacarme las medias
subir uno por uno los escalones
si no hay escalones
quiero flotar o nadar
cierro los ojos, lo veo
estoy ahí
a veces sola
otras no, están todos
aún los que tenían vértigo
entonces bajo
me gusta ir y venir
saber que cuando quiero
puedo volver a ese lugar
escalar el cielo descalza
sacarme las medias
subir uno por uno los escalones
si no hay escalones
quiero flotar o nadar
cierro los ojos, lo veo
estoy ahí
a veces sola
otras no, están todos
aún los que tenían vértigo
entonces bajo
me gusta ir y venir
saber que cuando quiero
puedo volver a ese lugar
viernes, 5 de abril de 2013
Acalambrados, incómodos
se arrastran, como pueden,
el sentir y el pensar
en este charco de barro.
El cinismo del silencio,
lastima, pero gusta.
La mediocridad de las palabras
disfraza de edén al infierno.
Ahí, nosotros.
Jugando a que creemos
las mentiras,
a regalarnos
la plenitud del momento,
a lamernos las culpas.
se arrastran, como pueden,
el sentir y el pensar
en este charco de barro.
El cinismo del silencio,
lastima, pero gusta.
La mediocridad de las palabras
disfraza de edén al infierno.
Ahí, nosotros.
Jugando a que creemos
las mentiras,
a regalarnos
la plenitud del momento,
a lamernos las culpas.
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