sábado, 12 de enero de 2013


Quiero… (Parte I)

Llenar de otros sentidos lo pequeño, 
lo cotidiano, 
lo que parece insignificante en el acontecer diario.
Que sirvas de inspiración a otros mundos 
que produzca mi imaginación,
pero que no seas protagonista en esa existencia. 
Que la noche nos lleve lejos 
y nos deje desparramados 
en regiones diametralmente opuestas,
para que, cuando el amanecer arribe, 
nos deshaga en vuelos fugaces
y pequeños rayos de luz. 
Que el viento despeje las nubes
que cubren el sol de mis días 
y el destino me regale un amor sincero 
que comparta la cama 
y se despierte despeinado, 
queriendo besarme nuevamente.
Que el rastro de tu presencia en mi vida, 
sea eso; nada más…
La huella de una piel que se encontró con la mía
en un torrente de movimientos y suspiros 
que, ahora, son parte de mi historia.
Que esa historia habite mis recuerdos 
desde un inocente y pequeño rincón; 
una pequeña porción de espacio 
en un tiempo que empieza a esfumarse,
con el paso de los días, 
hasta confundirse con la ficción.

miércoles, 9 de enero de 2013

Palabras para mamá...


Tiene la mirada cálida, profunda…
En sus ojos empiezan a verse con nostalgia
los rayos de algunos soles de ayer.
Andanzas en el patio, siestas cómplices, visitas a vecinos.
Eternas rondas, actuaciones y canciones poblaron su niñez.
Una sombra prestada la cuida;
sombra no por oscura,
sino por estar siempre presente, por seguirle los pasos;
por verla crecer y acompañarla durante un largo trecho del camino.
Cuando parece estar lista, la sombra se transforma en propia.
Es novata en el asunto, como todos al comienzo, pero se las ingenia.
Hace muchas cosas al mismo tiempo:
cría a sus hijos, trabaja, estudia, atiende su casa, es compañera inclaudicable….
Hija, hermana, prima, tía
y todo lo que cualquiera demande a su enorme afecto.
Hubo tormentas, fuertes, y supo sobrevivir con entereza.
Protegió, a cuanto pudo, con nada y contra todo.
Parece que, de repente, los pichones alzan sus alas,
las baten con fuerza y toman altura en el vuelo.
Hay mezcla de sensaciones: el placer de la tarea cumplida, la tristeza de algunas despedidas, 
el ansia de los regresos, nuevos emprendimientos, algunas búsquedas y otros despertares.
Pero…está intacta, allí:
la dedicación en cada gesto…Eternamente…
Así es mamá: una vez salió a jugar, encontró la ronda,
supo que era su destino
y ya nunca paró de jugar y jugar….

martes, 1 de enero de 2013








Sentirte.
Padecerte –a veces-.
Vivirte.
Valorarte -siempre-.
Olvidarte y recuperarte a cada suspiro,
vida.